jueves, 9 de abril de 2009

LA CATASTROFE FINANCIERA



La catástrofe financiera que ha desatado esta recesión, es comparada con la Gran Depresión de los años 30. Sin embargo, ésta no es la primera ni la última crisis que pondrá patas arriba la economía mundial.
Es cierto que las repercusiones del derrumbe del sistema bancario acaban pasando factura a la economía real (ese derrumbe bancario originado por la total falta de control generado por el Sr. Bush) y provocando recesiones de las que suele ser más difícil salir.
Un estudio realizado por la Srta. Reinhart, de la Universidad de Maryland, ha conseguido analizar las heridas que dejan esta clase de desfalcos, (o chapuzas), económicos en los países a lo largo y ancho del mundo. Para ello se han analizado las 5 ultimas grandes crisis: la de España en 1977, la de Noruega en 1987, las de Finlandia y Suecia en 1991 y la de Japón en 1992, y la Gran Depresión de los años 30. Metiendo todo ello en la coctelera, se ha conseguido esbozar un patrón común que diferencia entre una recesión momentánea de una verdadera o histórica.
En todos los casos los síntomas se inician con “la contracción en el balance de los bancos que se muestran reacios a prestar dinero mientras que, sin crédito, los consumidores reducen sus ganas de gastar y esto acaba provocando una caída de la demanda y una pérdida directa en la producción". Lo que debemos saber es que los bancos dejan de dar dinero por que ya lo habían dejado en su momento y con un afán desmesurado de usura, como sea que les sale mal…. y claro …. cierran el grifo.
Los sabios economistas no son adivinadores de nada y a la pregunta de si la actual crisis sentará precedentes, nos dicen que todavía es pronto para hacer balance de las consecuencias de la hecatombe que ha producido el sector financiero mundial. Otros dicen que si, tras el descalabro del sector inmobiliario en países como Estados Unidos, Reino Unido o España. Ya veremos.
Los pesimistas dicen que “la crisis en la que nos encontramos sumidos provocará "más dificultades en un mayor número de países", ya que se ha producido a "un nivel global, mundial (mercado único)". Este aspecto puede, también, ser beneficioso para salir del agujero. Mal de muchos…..
Delante de esta situación quizás es necesario conocer cuáles son los síntomas comunes a todos los episodios críticos anteriores para la historia de la economía.
1. Desplome bursátil. Uno de los denominadores comunes en toda crisis histórica es la caída de las bolsas. Se pierde de media el 56% del valor de los activos y que tarda de promedio alrededor de tres años en volver a la normalidad.
El mayor desplome registrado hasta ahora es el de Islandia, la bolsa ha perdido más del 90% de su valor tras la nacionalización de la banca. Mas datos: en Estados Unidos, el Standard & Poors 500, su indicador más amplio, se dejó el año pasado cerca de un 38,4%. Al mismo tiempo, el Nikkei cayó un 42% y, en Europa, el FTSEurofirst 300 cedió una media del 45%, en fin……..
2. Precio de la vivienda. El principal detonante de la actual crisis ha sido la caída en la vivienda (del precio se entiende). El informe de Reinhart y Rogoff, determina que el precio de las casas suele caer alrededor de un 36% y la crisis inmobiliaria dura un promedio de seis años.
En las crisis de Finlandia, Filipinas, Colombia y Honk Kong se produjo una caída del valor de los inmuebles que osciló entre el 50 y el 60%. En España, en el 77, el descenso superó el 30%.
3. Desempleo. Es uno de los síntomas más evidentes de la gravedad del tema. De media, la tasa de paro aumenta consistentemente durante un periodo aproximado de cinco años y acaba en un 7%. Ninguna crisis posterior a la Gran Depresión ha llagado a tocar máximos de paro que ronden el 20%.
La crisis de empleo más importante, desde los años treinta, fue la de Japón durante la década de los noventa, ya que la destrucción de puestos de trabajo tardó más de diez años en arreglarse.
Dato histórico: en el caso de nuestro país, la crisis bancaria de 1977 se cobró una tasa de paro del 14% y su recuperación tardó cerca de siete años en ser una realidad.
Dicen los expertos (¿) que esta crisis será más "profunda y dilatada" si no se realizan reformas en algunos campos como el laboral (¿), lo que incluiría cambios en la modalidad de contratación, negociación colectiva y costes asociados a la rescisión de contratos, etc..
4. Producción. Como efecto directo del paro y de la caída del consumo, la producción suele sufrir un descenso sobre el 9% y suele recuperarse antes que el desempleo, es decir, tarda alrededor de dos años en volver a registrar niveles previos a la crisis. El calculo es que el comercio mundial descenderá un 2% durante 2009 (caída sin precedentes desde 1982).
Con esta situación será muy difícil que los países en desarrollo puedan generar rendimientos positivos con sus exportaciones, influenciando negativamente en su crecimiento.
5. Contracción del PIB. La caída de la producción, la caída del consumo y la caída del comercio (a lo que habrá que sumar el incremento del paro), acabará incidiendo, como es lógico, en el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB). Así, la contracción media del PIB, en tiempos de crisis, alcanza un 9% y la recesión suele durar dos años.
De nuevo, la Gran Depresión se lleva la palma, ya que la contracción del PIB alcanzó el -30% durante tres años y un poco más.
Por ejemplo, en Argentina, la crisis bancaria en Argentina hizo historia, ya que la economía se contrajo cerca de un 20% durante un periodo de cuatro años.
El FMI adelanta que en 2009 la economía mundial podría contraerse entre un 0,5 y un 0,6%. económica que ha puesto en marcha Barack Obama, presidente del país.
6. Deuda Pública. Cómo no, el cúmulo de factores que hemos anotado anteriormente producen un aumento notable y considerable de la deuda pública, ya que se incrementa una media del 86% en los tres años siguiente al comienzo de la crisis. ¿Por qué? Esta subida de debe, en la mayoría de los casos, al gasto público que los Gobiernos asumen para frenar o contrarrestar los efectos de la recesión económica.
En el caso de Colombia se disparó alrededor de un 170% en la década de los noventa.
Mas datos: A día de hoy, la deuda pública española, que en 2007 era del 39,5% del PIB, pasará a ser este año cercana al 50%, mientras que en 2010 se situará alrededor del 60%, según las estimaciones del Banco de España. No se sabe a ciencia cierta como podremos recuperar ese dinero (a no ser que aumenten los impuestos ¿NO?)
En fin como se puede observar la situación está muy afectada y herida de muerte…. o casi. Al respecto solo podemos decir: “Al mal tiempo buena cara”.
La única arma posible para salir del atolladero es nuestro valor añadido, el que podamos aportar; hay que trabajar y con ganas.

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