En Estados Unidos es muy importante hablar bien en público; Obama habla muy bien en público. McCain también tiene buena oratoria. El hablar bien se lleva dentro aunque podíamos poner “esa” asignatura en algún curso universitario para que nuestros estudiantes aprendan a hablar bien.
En cuanto a nuestros políticos, eso es harina de otro costal; tenemos a Zapatero que parece, cuando habla, muy solemne, parece un cura. Rajoy tiene la manía de charrasquear queriendo ser irónico, aumenta y disminuye el tono como si quisiera terminar con una moraleja irónica, pero nunca acierta.En EEUU los dos grandes partidos tienen una manía común: incluir a dios en sus discursos. Aquí en España los dos oradores nacionales (PSOE – PP) no hablan de dios, pero tampoco hablan claro, no saben, y para hacerlo deberían haber sido educados para ello. Aquí tanta solemnidad e ironía provocan asco y aburrimiento. ¿Hasta cuando?
En cuanto a nuestros políticos, eso es harina de otro costal; tenemos a Zapatero que parece, cuando habla, muy solemne, parece un cura. Rajoy tiene la manía de charrasquear queriendo ser irónico, aumenta y disminuye el tono como si quisiera terminar con una moraleja irónica, pero nunca acierta.En EEUU los dos grandes partidos tienen una manía común: incluir a dios en sus discursos. Aquí en España los dos oradores nacionales (PSOE – PP) no hablan de dios, pero tampoco hablan claro, no saben, y para hacerlo deberían haber sido educados para ello. Aquí tanta solemnidad e ironía provocan asco y aburrimiento. ¿Hasta cuando?