sábado, 4 de febrero de 2012

NO TENEMOS LA RAZON ABSOLUTA


" Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo. En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero.
- ¡Qué sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero! Quizás necesita un jabón nuevo...¡Ojalá pudiera ayudarla a lavar las sábanas!.
El marido miró y quedó callado.
Y así, cada 2 o 3 días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y al viento.
Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpitas y dijo al marido:
- Mira, ella aprendió a lavar la ropa. ¿Le enseñaría otra vecina?
El marido respondió:
- ¡No, hoy me levanté más temprano y limpié los cristales de nuestra ventana!.

Y la vida es así. Todo depende de la limpieza de la ventana a través de la cual observamos los hechos.
Antes de criticar, quizá sería conveniente verificar si hemos limpiado el corazón para poder ver más claro, entonces podremos ver claramente la limpieza del corazón de los demás."