La mera cercanía de personas felices genera felicidad. Los amigos felices de un amigo feliz, aunque no los conozcamos, nos generan felicidad.
Según las estadísticas la felicidad de un hermano te proporciona un 14% de felicidad mientras que la de un vecino el 34%, es decir, cuanta menos relación mayor satisfacción. También hay menos felicidad (contagio de felicidad) entre mismos sexos, con lo que, si no te conformas con el 8% de felicidad que te produce tu pareja hetereosexual, en el caso de que la pareja sea feliz, hay que hacerse homosexual. Llegaremos al 17%.
Para contagiar felicidad hay que estar a menos de un kilómetro de distancia, de lo contrario, ese contagio pierde efecto. Es decir la felicidad se transmite en las distancias cortas, o muy cortas.
Estadísticas americanas aparte, hay que preguntarse ¿soy feliz? Y responderse sinceramente. Publio Sirio dijo: “Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo”
Defendamos el derecho y el deber de ser felices (o creamos). Hagamos lo que hagamos y nos cueste lo que nos cueste, hay que ser feliz. Hay que contagiar felicidad a las personas que nos rodean, se lo merecen.
Según las estadísticas la felicidad de un hermano te proporciona un 14% de felicidad mientras que la de un vecino el 34%, es decir, cuanta menos relación mayor satisfacción. También hay menos felicidad (contagio de felicidad) entre mismos sexos, con lo que, si no te conformas con el 8% de felicidad que te produce tu pareja hetereosexual, en el caso de que la pareja sea feliz, hay que hacerse homosexual. Llegaremos al 17%.
Para contagiar felicidad hay que estar a menos de un kilómetro de distancia, de lo contrario, ese contagio pierde efecto. Es decir la felicidad se transmite en las distancias cortas, o muy cortas.
Estadísticas americanas aparte, hay que preguntarse ¿soy feliz? Y responderse sinceramente. Publio Sirio dijo: “Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo”
Defendamos el derecho y el deber de ser felices (o creamos). Hagamos lo que hagamos y nos cueste lo que nos cueste, hay que ser feliz. Hay que contagiar felicidad a las personas que nos rodean, se lo merecen.