Si miramos un mapa de los Pirineos nos llamará la atención una zona llena de manchas azules. Eso es el Parc Nacional d'Aigües Tortes i Estany de Sant Maurici, una zona impresionante por su belleza. Fue creado en 1955 y tiene una superficie de 10.230 ha, se divide en varios valles. Además hay una amplia que sin ser territorio del parque nacional, es parte imprescindible de éste, ya que participa en el equilibrio y protección del mismo. El acceso a la zona periférica se lleva a cabo desde la Val d'Aran, la Vall Fosca en el Pallars Jussà y el mismo Pallars Sobirá, desde la cabecera de la Vall de la Bonaigua. Nos indican que se pretende ampliar progresivamente los límites del propio parque, convirtiendo la zona periférica en zona de máxima protección, lo cual posibilitaría la creación del mayor parque nacional de los Pirineos. De un lado, el sector de Aigüestortes, con acceso desde la Vall de Boí en la comarca de la Alta Ribagorça. Por otro lado, el sector de la Vall d'Espot , en el Pallars Sobirá, conocido por el nombre de su lago más emblemático: Sant Maurici.
El Portarró d'Espot separa ambas vertientes. En realidad se trata de un collado que tiene un buen acceso para caminantes de cualquier condición. Antiguamente era un camino de herradura, transitable para las caballerías que realizaban el antiguo recorrido de Espot al balneario de Caldes de Boí, a lomos de un mulo. Con la creación del parque se amplió el camino que, en un principio, incluso llegó a ser transitable para los viejos jeeps. Con el tiempo y las duras condiciones climáticas invernales se deshizo la pista convirtiéndose en el sendero actual, un trayecto bellísimo que vale la pena caminar en toda su extensión, entre el curso del río Escrita, en la Vall d'Espot y la Vall de Sant Nicolau, en la vertiente de Boí. Existen taxis todo terreno autorizados que invaden la zona de protección. Lógicamente estos no existirían si no hubiese gente que los contratara. Si se quiere visitar un parque natural, no es mejor hacerlo andando?. Se podrian autorizar el paso de vehículos tan solo a personas con limitaciones especiales.
Al tener una diferencia de desnivel considerable entre las zonas altas del parque y las zonas bajas, existe fauna muy variada para cada una de ellas. El rebeco, el águila real, el buitre común, el quebrantahuesos y la perdiz nival son animales que se pueden encontrar a partir de los 2000 metros. El rebeco suele bajar a los valles cuando la nieve cae en las zonas más altas. Jabalies, zorros y liebres se mueven por zonas más bajas, entre los bosques. Proliferan todos ellos bien por la falta de depredadores. Corzos y ardillas habitan las partes más bajas del parque, entre los pinos negros. Entre las aves podemos destacar la tamborilera, el urogallo, el petirojo, las curracas, los camachuelos, escribanos cerrillos, la bisbita, la curraca mosquitera y el sorprendente treparriscos (su nombre ya lo dice todo). En cuanto al agua, las truchas abundan.
Existen muchísimos itinerarios y ascensiones para llevar a cabo en este singular paraje. Los picos rozan los 3.000 metros y van desde las escarpadas agujas para realizar escalada hasta los más bellos itinerarios de esquí. Lugar único en el mundo. Hay que visitarlo.
El Portarró d'Espot separa ambas vertientes. En realidad se trata de un collado que tiene un buen acceso para caminantes de cualquier condición. Antiguamente era un camino de herradura, transitable para las caballerías que realizaban el antiguo recorrido de Espot al balneario de Caldes de Boí, a lomos de un mulo. Con la creación del parque se amplió el camino que, en un principio, incluso llegó a ser transitable para los viejos jeeps. Con el tiempo y las duras condiciones climáticas invernales se deshizo la pista convirtiéndose en el sendero actual, un trayecto bellísimo que vale la pena caminar en toda su extensión, entre el curso del río Escrita, en la Vall d'Espot y la Vall de Sant Nicolau, en la vertiente de Boí. Existen taxis todo terreno autorizados que invaden la zona de protección. Lógicamente estos no existirían si no hubiese gente que los contratara. Si se quiere visitar un parque natural, no es mejor hacerlo andando?. Se podrian autorizar el paso de vehículos tan solo a personas con limitaciones especiales.
Al tener una diferencia de desnivel considerable entre las zonas altas del parque y las zonas bajas, existe fauna muy variada para cada una de ellas. El rebeco, el águila real, el buitre común, el quebrantahuesos y la perdiz nival son animales que se pueden encontrar a partir de los 2000 metros. El rebeco suele bajar a los valles cuando la nieve cae en las zonas más altas. Jabalies, zorros y liebres se mueven por zonas más bajas, entre los bosques. Proliferan todos ellos bien por la falta de depredadores. Corzos y ardillas habitan las partes más bajas del parque, entre los pinos negros. Entre las aves podemos destacar la tamborilera, el urogallo, el petirojo, las curracas, los camachuelos, escribanos cerrillos, la bisbita, la curraca mosquitera y el sorprendente treparriscos (su nombre ya lo dice todo). En cuanto al agua, las truchas abundan.
Existen muchísimos itinerarios y ascensiones para llevar a cabo en este singular paraje. Los picos rozan los 3.000 metros y van desde las escarpadas agujas para realizar escalada hasta los más bellos itinerarios de esquí. Lugar único en el mundo. Hay que visitarlo.
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